¿Preguntas si las tristezas llenaron mis días de tu ausencia
y si el silencio hizo cautiva el alma a las heridas?
Tú, que en soledades hablabas de nostalgia
y en la nostalgia nació el encuentro aquél de nuestro idilio.
Tú, que formaste el aliento de mi vida
cuando no existía en ella el reflejo del pasado
y bajo la sombra de aquél árbol
escribimos en musa y tinta nuestras lágrimas.
Yo, que tanto te soñé en mis delirios
y que te tuve atesorado en secretas voces
donde nadie jamás fue a descubrirlas
y en donde eternizadamente sembraste poesías.
Tú, que en besos celestes pegados a mi cuerpo
escribiste en mis manos…muchas huellas
y fuiste en mis ojos cristal de tu ternura
y fue tu alma el refugio a nuestros sueños.
El olvido miente,
no vive en el imperio del amor,
ni en fortalezas del recuerdo
Porque aunque pasen y pasen más los años
y en mi rostro cubierto por el tiempo
las voces de tu nombre me despierten,
a mis ojos asomará una lágrima
y a los ojos del olvido gritaré...
¡Mentiras, no te he olvidado!
Alma Cervantes
No hay comentarios:
Publicar un comentario